Título: Cuenco de terra sigillata hispánica.

Cronología: siglos IV – V d.C.

Técnicas y materiales: cerámica a torno

Medidas: diámetro 24,5 cm x 1,5 cm

Clasificación: forma Drag. 37

Este cuenco es uno de los muchos ejemplares de cerámica romana que se conservan en el Museo de Burgos. En este caso, tenemos un cuenco profundo, con un borde exvasado, rematado en un labio sencillo redondo y con un pequeño pie. Sobre la superficie se han aplicado distintos motivos decorativos de pequeño formato organizados en cuatro frisos superpuestos separados por finas molduras. El repertorio consiste en motivos vegetales en forma de roleos cerrados y de rosetas habituales en el arte romano desde el alto Imperio.

Para conseguir un mejor acabado se ha aplicado un engobe, es decir, esa pasta de arcilla que se da antes de cocer la pieza y que le aporta una superficie lisa y brillante que le hace mucho más resistente y duradera. En este caso es de un color marrón oscuro, distinto de los típicos barnices rojizos o anaranjados que caracterizan este tipo de cerámica. Por su forma, podemos concretar su fecha de fabricación entre el último cuarto del siglo IV y finales del siglo V d.C., ya que se aleja de las formas altoimperiales, aunque mantiene los motivos decorativos.

Las cerámicas romanas, específicamente, la terra sigillata, constituyen uno de los hallazgos más abundantes encontrados en las excavaciones de Clunia Sulpicia. Estos objetos proporcionan información muy valiosa sobre la vida cotidiana en la ciudad romana y de sus costumbres en torno a la mesa y la alimentación. Esta técnica de cerámica se expandió por todo el Imperio Romano y constituye uno de los fósiles directores más característicos de los yacimientos de esta civilización.

En la Península Ibérica los primeros ejemplares de terra sigillata fueron importados de Italia y de la Galia, pero pronto surgieron multitud de talleres locales para atender la gran demanda. Inicialmente imitaban las piezas producidas en otros lugares sobre las que se van desarrollando rasgos propios que les dan un carácter distintivo. Por toda Hispania se establecieron centros de producción, entre los que destacan los de Andúlar, los Bronchales, Tricio o Nájera.

Bibliografía.

  • Beltrán, M. (1990). Guía de la cerámica romana. Pórtico.
  • De la Iglesia, M.A. (2012). Colonia Clunia Sulpicia: ciudad romana. Diputación de Burgos.
  • De Palol, P. (1991). Clunia 0 studia varia cluniensia. Diputación de Burgos.
  • López Rodríguez, J.R. (1985). Terra Sigillata Hispánica Tardía decorada a molde de la Península Ibérica. Universidad de Valladolid.