Título: Clave de bóveda

Materiales: piedra caliza policromada

Cronología: 1480-1500

Procedencia: Iglesia de San Román (Burgos)

 

En las faldas del cerro del castillo de Burgos se ubicaban los barrios más antiguos de la ciudad. Casas, calles, plazas e iglesias que fueron víctima de los combates durante varios conflictos, especialmente durante la Guerra de la Independencia. El resultado fue la desaparición de amplias zonas y de algunas de las parroquias más viejas e importantes de la ciudad. Las iglesias de Santa María la Blanca, San Román, San Martín, Santa María de Viejarrúa o Santa Coloma fueron borradas del mapa y casi hasta de la memoria.

La mayor de todas ellas era San Román, que desde hace varios años es objeto de un proyecto de investigación impulsado por el Ayuntamiento de Burgos. Las sucesivas campañas de investigación van desenterrando importantes secciones del antiguo templo parroquial y han sacado a la luz multitud de elementos constructivos. Estas piezas proporcionan información muy valiosa sobre las características de esta iglesia, su estructura, fases de construcción y la ornamentación de sus espacios. Aspectos que eran prácticamente desconocidos hasta ahora.

Entre los elementos recuperados, sobresalen las claves de varias bóvedas que cayeron al suelo al destruirse la iglesia. Varias de ellas conservan su policromía original que nos da una idea de la riqueza y la belleza de estos espacios. Una de las más hermosas procede de la capilla de la familia Quintanadueñas, que se situaba al norte de la iglesia, en la nave del Evangelio. El medallón tiene formas tardogóticas y contiene la representación en relieve de un ángel que simboliza al evangelista San Mateo. Su iconografía nos indica que formaría parte de un conjunto de cuatro con el resto de figuras del tetramorfos. El estilo de la figura y la decoración de caireles trebolados nos remiten claramente al refinamiento del gótico tardío y se puede datar aproximadamente entre 1480 y 1500. La talla es de gran finura, y a pesar de estar pensada para colocarse a gran altura se han cuidado mucho los detalles de los pliegues del vestido, las alas y el cabello del ángel. Hay que destacar también la excelente policromía, que ha sido restaurada en el Museo de Burgos. Sobresalen los colores rojo, azul y negro, y sobre todo el dorado que todavía conserva parte de su brillo.

Las investigaciones arqueológicas continúan en la actualidad y todavía falta por descubrir muchas partes de la iglesia. Confiemos en que en el futuro podamos conocerla más en profundidad y recuperar piezas tan valiosas como esta clave de bóveda.