Título: Fragmento de cabeza de delfín

Materiales: piedra caliza y plomo

Autor: Clemente de Quintana

Medidas:

Cronología: 1663

Procedencia: Fuente de Santa María (Burgos)

Este fragmento de la Fuente de Santa María ha sido recuperado recientemente por el Museo de Burgos. Gracias a la donación de un particular ha regresado una parte de esta fuente tan singular y querida.

Las fuentes son un elemento muy significativo del paisaje de una ciudad. En el pasado eran fundamentales como lugar de abastecimiento de agua. Además de su función utilitaria representan un papel protagonista en el adorno de las calles y plazas y son hitos que dan personalidad a los espacios urbanos. Incluso en ocasiones, se han formado barrios enteros en torno a las fuentes. En realidad la fuente es sólo la parte final y más visible, antes de llegar a ella hay todo un sistema de cañerías que conducen el agua desde el manantial por debajo de las calles.

Entre las fuentes más antiguas de la ciudad de Burgos está la Fuente de Santa María. Su ubicación frente a la fachada de la catedral la hace uno de los monumentos acuáticos más visibles y representativos. Las primeras menciones documentales datan del siglo XIV pero se sabe que existía con anterioridad. Ha conocido varias ubicaciones dentro de la plaza de Santa María. Al principio estaba más arriba, en la subida a la iglesia de San Nicolás. Desde el siglo XV el coste del mantenimiento de la fuente se repartía por igual entre el ayuntamiento y el cabildo de la catedral.

En 1660 se la fuente se ubicó en el lugar que hoy ocupa en el centro de la plaza. También se le dio la forma actual que consta de un gran pilón con una columna en el centro con diversas figuras y rematada por la escultura de la Virgen María. En la parte intermedia de la columna hay una pila con cuatro figuras de delfines monstruosos cabalgados por niños, y por encima figuras de sirenas de dos colas. Estas esculturas fueron obra del montañés Clemente de Quintana que las hizo en piedra de Hontoria. El conjunto se completaba con una reja alrededor y una corona dorada para la Virgen.

Posteriormente ha seguido sufriendo continuas reparaciones y modificaciones. Así, en el siglo XIX se encontraba en mal estado y fue necesario intervenir profundamente en varias ocasiones, e incluso se pensó en sustituirla por completo. En 1937 el artista Fortunato Julián hizo una nueva escultura de la Virgen. En las décadas de 1960 y 1990 se intervino de nuevo en la fuente y se sustituyeron diversos elementos ornamentales.

La pieza recuperada corresponde a una de las cabezas de los cuatro delfines del vaso inferior de la columna del centro de la fuente. Está esculpido en piedra caliza y en su interior se conserva parte del caño de plomo por donde discurría el agua. Es característico el aspecto fiero y agresivo que le ha dado el escultor, con dientes afilados y una cresta que entre los ojos. Probablemente fue retirada de la fuente durante la intervención de 1998 y sustituida por una réplica.

Bibliografía:

  • Óscar González Díez, Estudio histórico-arqueológico para la redacción del proyecto: Consolidación y restauración de la Fuente de Santa María, en Burgos, Informe Técnico, 2017.